miércoles, 22 de julio de 2009

Parabola: El gran banquete

PERSONAJES

*Narrador *Gran Hombre *Perro Confiable *Primer sirviente * Segundo sirviente * Tercer sirviente * Fiona Granjera * José, el viejo vendedor de bueyes * Novio

NARRADOR: Esta es la historia de Gran Hombre. Caminaba orgulloso con su pecho erguido, frecuentemente golpeándolo con placer. Lo seguía de cerca su Perro Confiable. Gran Hombre accidentalmente pisó a Perro Confiable. Gran hombre estaba muy aburrido y daba vueltas en su gran casa tratando de decidir qué hacer. Se tallaba la barba, se tocaba la frente y de nuevo pisó al perro.

“¡Lo tengo!” exclamó brincando. “Prepararé una gran fiesta e invitaré a mucha gente. ¡Si!” Gran Hombre exclamó mientras cerraba el puño y estiraba la mano en el aire, acarició a Perro Confiable en la cabeza y accidentalmente lo pisó. Perro Confiable mordió a Gran Hombre.

“¡Debo encontrar a mis sirvientes!” gritó Gran Hombre. Inmediatamente tres sirvientes corrieron hasta su presencia y cada uno pisó a Perro Confiable. Perro Confiable gruñó y una vez más decidió morder a Gran Hombre en la pierna… pero no lo hizo.


¿Llamó usted? Los tres sirvientes preguntaron.

“Así es” respondió Gran Hombre.”He preparado un gran banquete. Ustedes deben avisarles a los que yo invite que todo está listo.”

“Como usted ordene”, respondió el primer sirviente.

“Como usted ordene”, respondió el segundo sirviente.

“Si hombre,” respondió el tercer sirviente.

Y se fueron brincando por el reino, buscando a los invitados de Gran Hombre. Estaban contentos brincando, tarareando una canción cuando el primer sirviente vio a Fiona Granjera.

(Con un fuerte acento norteño) “¿Cómo está Fiona Granjera? Dijo el primer sirviente “Ya es hora de ir al Gran Banquete.”

“Lo siento,” suspiro Fiona Granjera, “pero acabo de comprar un terreno y debo ir a verlo. ¡Nos vemos!” Fiona Granjera se fue cantando tan fuerte como podía.

Una vez más los tres sirvientes brincaron alrededor del pueblo buscando a los invitados de Gran Hombre. De pronto el segundo sirviente se tropezó con algo en el camino. Vieron hacia abajo, y quién podía ser sino José, el viejo vendedor de bueyes. José, el viejo vendedor de bueyes se puso de pie, se sacudió y empujó al segundo sirviente. El segundo sirviente iba a empujar a José, el viejo vendedor de bueyes—pero en el último segundo no lo hizo.

“José, el viejo vendedor de bueyes,” dijo el segundo sirviente. “Es tiempo para el Gran Banquete.”

“Ah,” suspiró José, el viejo vendedor de bueyes. “No puedo, estoy llevando mis bueyes a una prueba de carreras hoy.” Haciendo una danza con los pies, José, el viejo vendedor de bueyes se fue.

Los tres sirvientes continuaron brincando cuando el tercer sirviente, el cuál era muy sensible, comenzó a llorar. “Debe de haber una boda por aquí,” dijo llorando el tercer sirviente. “No puedo dejar de llorar.”

Entonces el novio, alto y guapo llegó hasta el tercer sirviente y en un acento muy propio le preguntó, “¿Por qué estás lloriqueando en mi boda?”

“Estoy aquí para decirte que el Gran Banquete está listo” dijo el tercer sirviente mientras se sonaba la nariz en el saco del novio. El novio empujó al tercer sirviente.” No puedo ir al Gran Banquete. Me acabo de casar.” El novio se fue orgulloso con la nariz en alto.

Los tres sirvientes estaban muy tristes. Arrastraron sus pies de regreso con Gran Hombre. Mientras entraban al gran salón, el tercer sirviente accidentalmente pateó a Perro Confiable quién gruñó y mordió a Gran Hombre quien le pegó a Perro Confiable, quién lamió la mano del primer sirviente.

Gran Hombre estaba muy enojado cuando escuchó que nadie pudo atender el Gran Banquete. Envió a los tres sirvientes por todo el pueblo diciéndoles que trajeran a los pobres, a los ciegos y a los cojos.

Después de hacer esto, los tres sirvientes se dieron cuenta que había todavía más lugar así que salieron por toda la tierra invitando a todos a la casa para que se llenara.

Gran hombre estaba muy complacido con esto. En voz alta dijo: “les digo que ninguno de los que fue invitados probarán mi banquete. Pero ustedes…¡Coman! ¡Coman! ¡Beban más! ¡Disfruten!

FIN

¿Sacrificarme? ¿Yo? ¡Debes estar bromeando!

Como lo demuestra este drama, puedes utilizar un drama ligero—leído o memorizado—para interpretar o presentar el pasaje de la escritura a tu grupo. Este drama está basado en Romanos 12:1-2. Escribe dramas similares con otros pasajes bíblicos que estés enseñando o permite que tus jóvenes escriban su propio papel en un estudio Bíblico.

Una interpretación de Romanos 12:1-2 para dos personajes

1: Les ruego, Cristianos, ya que Dios es tan misericordioso, presenten sus cuerpos como un sacrificio vivo—santo y aceptable para Dios. Esta es la forma razonable para servir a Dios.

2: ¡Sacrificio! ¿Sacrificio? Cuando dices, sacrificio, pienso en alguna tribu pagana en Afrecha y un cuerpo vivo recostado en un bloque, con fuego bajo el bloque y el cuerpo quemándose como sacrifico para algún ídolo. ¿Quieres que me sacrifique? No gracias. Soy demasiado joven para morir.

1: ¿Quién dijo algo acerca de morir? Dios nos quiere vivos—un sacrificio vivo—que significa vivir para Dios—sirviéndolo y amándolo.

2: OH. Eso suena un poco mejor. (pausa) Pero no sé. Suena a que debo de entregar mucho. Digo, realmente disfruto mucho la vida—haciendo las cosas que quiero hacer. ¿Sabes a lo que me refiero?

1: Si sé a lo que te refieres. Pero el ser un sacrificio vivo significa un cambio de mente—ya no deseas hacer lo que tu quieres hacer—sino que quieres hacer lo que Dios quiere que tu hagas.

2: ¿Desear hacer lo que Dios desea que yo haga en vez de desear hacer lo que yo quiero hacer? Suena como trabalenguas. (pausa)Además ya no quiero realmente hacer lo que yo quiero hacer. La mayoría de las veces quiero hacer lo que mis amigos quieren que yo haga.

1: ¿Conformidad?

2: ¿Eh?

1: Estás hablando de conformidad ¿o no? Tu mente está puesta en conformarte con los valores de este mundo. ¿no es así?

2: Si, así es. ¿eh? Quiero decir, no, ¿no es así. Digo… eso es lo que quiero decir, pero no está bien.

1: ¿Así que sí conoces la diferencia?

2: Por supuesto. Yo soy Cristiano. Yo conozco lo que dice la Biblia “No te conformes a este mundo.” Pero es muy difícil no hacerlo. ¿Sabes a lo que me refiero?

1: Claro, yo tengo el mismo problema.

2: ¿Tu también?

1: Todos los Cristianos. El empuje del mundo es muy fuerte. Todo y todos nos animan a conformarnos. Esto es—todos menos Dios que nos formó. El nos conoce tan bien que sabe que la conformidad no nos traerá la felicidad en nuestra vida Cristiana. Por eso nos dice que no nos conformemos al mundo sino que seamos transformados.

2: ¿Transformados? Esa es una palabra muy elegante que significa ser cambiados ¿o no?

1: Si. Dios quiere que cambiemos y la única forma que podemos cambiar y llegar a ser el sacrificio vivo que quiere es poniendo nuestra mente en el. Cuando vemos a Dios en vez de ver al mundo, nuestro deseo se convierte en hacer la voluntad de Dios.

2: ¿Y la voluntad de Dios es que seamos sacrificios vivos?

1: Oye, tu entiendes las cosas muy rápido.

2: ¿Sabes? Cuando lo pienso, sería más fácil ser un sacrificio muerto.

1: ¿Cómo llegas a esa conclusión?

2: Bueno, tu sólo tienes que morir una vez y se termina todo. Pero esto de ser un sacrificio vivo---es tan… tan….

1: ¿Diario?

2: ¡Exacto!

1: Pero es el único sacrificio aceptable para Dios

2: Yo realmente deseo ofrecer un sacrificio aceptable para Dios.

1: Entonces ¿lo harás?

2: Si, viviré para Dios—cada día de mi vida. Seré un sacrificio vivo—ya no me voy a conformar a este mundo sino seré transformado poniendo mi mente en Dios. Después de todo, esa es la forma razonable de servirle.

1: Y la única forma de probar lo que es la buena, aceptable y perfecta voluntad de Dios.

FIN